El clítoris, la vagina, los labios, el cuello, los pechos, los pezones, la parte interna de los muslos, la nuca, las orejas y el culo son el top 10 de zonas erógenas
A veces se nos olvida que el cerebro es el mayor órgano sexual que tenemos y que él decide cómo, cuándo y dónde experimentamos placer. Así que con suavidad y encontrando el punto exacto de placer al apretar, lamer, acariciar o morder los pezones femeninos se puede alcanzar el clímax.
No a todos les gusta que les toquen
Por esta curiosidad se ha interesado John Upton, periodista freelance. Una de sus últimas publicaciones, en ‘Pacific Standard’, repasaba las últimas y más provechosas investigaciones sobre el tema, preguntándose por qué lo que a unos agrada a otros les molesta y viceversa. Upton se fija en algunos estudios publicados por la revista ‘Nature’ que aportan nuevas informaciones de por qué experimentamos arrebato, molestia o placer ante un contacto suave o una presión leve.