El zinc es un mineral esencial, es decir, que nuestro cuerpo no lo sintetiza, y se requiere para la actividad metabólica de 300 de las enzimas del cuerpo y se considera esencial para la división celular y la síntesis de ADN y proteínas. Estas enzimas están implicadas en el metabolismo de proteínas, carbohidratos, grasas y alcohol. El zinc posee la labor de regular la producción de las células T o linfocitos, función hepatoprotectora, y apoyo para la salud de la próstata. Es esencial para el correcto mantenimiento del órgano reproductivo.
Las necesidades diarias o Cantidad Diaria Recomendada (CDR) de Zinc para la población en general son de 10mg, según la Normativa 2008/100/CE 28 de Octubre de 2008.
¿Cómo tomar Zinc?
Las fuentes de zinc ofrecen unas cantidades adecuadas de este mineral, pero si por el contrario, dichos alimentos no abundan dentro de nuestra dieta, la opción será optar por suplementarnos con zinc. Las dosis estándar de zinc suelen oscilar hasta lo 10mg, sin embargo, en función de factores tal como la edad, actividad física, o incluso la fuente de zinc disponible (aportan zinc junto a un cofactor de absorción, en mayor o menor medida), podemos llegar a ingerir sin problemas dosis de 45mg, si presentamos posible deficiencia.
Beneficios del Zinc
1. Apoyo al sistema inmunológico
Un importante beneficio del zinc, sin propósitos fitness o estético, es sobre la salud, y en concreto, el fortalecimiento del sistema inmunológico. Nuestro sistema inmune es la primera línea de defensa frente a posibles infecciones, enfermedades o cualquier otro agente dañino externo. Por lo tanto, si somos capaces de mantener en óptimas condiciones la función de este sistema, menor riesgo para padecer algún tipo de patología o enfermedad. Las deficiencias de zinc van en contra de la producción de glóbulos blancos, que son las células que genera nuestro organismo para protegerlo frente las agresiones externas.
2. Entorno hormonal
El zinc promueve la correcta producción y secreción hormonal, donde se encuentran: la testosterona, factores de crecimiento IGF-1, la hormona del crecimiento, propiciando un ambiente hormonal anabólico, debido a que dichas hormonas están directamente relacionadas con los procesos de crecimiento, reparación, y regeneración de tejidos que forman el organismo.