Además, ha pedido que se aclare quién debería hacerse cargo de un hipotético incremento en el impuesto de matriculación por cambiar la categoría de eficiencia del coche y qué va a pasar en los casos en los que el coche fue comprado con una ayuda vinculada a sus características poco contaminantes, como el Plan Pive.
Al igual que Facua, esta organización sostiene que el consumidor no debería hacerse cargo de ninguno de estos hipotéticos gastos, ya que deben «correr de cuenta de Volkswagen». Así lo ha indicado a través de una comunicado en el que alegan que «quien hace trampa, paga».
Desde OCU señalan que es el fabricante alemán quien debe ponerse en contacto con los afectados, 11 millones en total repartidos por todo el mundo, para desintalarse el dispositivo. Todo ellos recalcan de forma «rápida, gratuita y facilitando coche de sustitución».
«En ningún momento pueden cobrarte un solo euro» ni «reducir la potencia de tu coche», indica la organización a los propietarios de los vehículos ‘trucados’, a quienes les recuerda, además, que deben exigir un documento desglosado en el que figuren las actuaciones realizadas.