Supongamos que la fuerza de voluntad es como un músculo, puede agotarse por el uso excesivo, pero al igual que nuestros músculos podemos fortalecerla con técnicas que te permitan controlar tu temperamento, ignorar las distracciones y rechazar los factores externos que la perturban.
1. Aprende a manejar el estrés
Según McGonigal para comenzar a aumentar tu fuerza de voluntad, debes manejar tus niveles de estrés. Cuando nos encontramos bajo altos niveles de estrés, nuestro cuerpo y mente se agotan liberando mucha energía, especialmente nuestra corteza prefrontal. Por ello, McGonigal recomienda que tomes algunas respiraciones profundas cuando te sientas abrumado.
La respiración es una excelente técnica para bajar los niveles de estrés y mejorar nuestra fuerza de voluntad.
2. Cumple tus planes
Según un estudio publicado por The Journal of Personality and Social Psychology, la autoafirmación puede ayudarte a tener más autocontrol cuando tu fuerza de voluntad está decayendo. Recuerda que eres tu propio motor, por ello debes motivarte y llenarte de frases positivas como “yo si puedo”, “lo voy a lograr”, “tengo que terminarlo”. Este tipo de frases activan una actitud positiva ante tus planes logrando alcanzar lo que te has propuesto.