Si bien los gráficos no son todo lo buenos que cabía esperar (siendo buenos se han quedado algo cortos) sí tiene puntos a destacar. La meteorología, variable e hiperrealista hace lucir los escenarios a base de sombras, reflejos y efectos de luz. La fluidez de movimientos es notable y resulta sencillísimo conducir a toda velocidad mientras usamos los semáforos o pasos a nivel en nuestro favor consiguiendo embotellar a nuestros enemigos. Con un solo botón podremos apagar luces para huir en la oscuridad o cerrar puertas tras nosotros mientras ponemos en práctica nuestra puntería en tiroteos que recuerdan mucho a Splinter Cell.
En total el juego se podrá completar en unas treinta y cinco horas, aunque si queremos completarlo al cien por cien deberemos jugar más de ochenta. Estará disponible para PC, PS3, PS4, XBOX 360, XBOX One y, más adelante, para Wii U.
Lucirá mejor en las consolas de antigua generación, ya que el paso a la nueva no le ha sentado demasiado bien y es donde más se notan sus carencias. Pero teniendo en cuenta la magnitud del proyecto, las posibilidades del sistema de juego y lo novedoso de su planteamiento concluimos que nos encontramos ante uno de los lanzamientos del año y en el nacimiento, si la respuesta del público es positiva, de una nueva saga.