El cumplimiento de las misiones principales nos permitirán avanzar en la historia y abundarán las misiones secundarias que nos harán ganar buena o mala fama (como en la saga Infamous) lo que repercutirá en la reacción de los ciudadanos al reconocernos.
Así que habrá que tener cuidado y sopesar bien cada decisión. Dependerá de nosotros ayudar a una víctima de un robo o dar soporte al ladrón y quedarnos una parte del botín. Sea como fuere, deberemos lidiar con la reacción de los demás, lo que con la ayuda de la potentísima IA del juego puede provocar que al entrar en un bar alguien nos reconozca, porque en ese momento salga nuestra foto en la televisión, y llame a la policía o nos plante cara si nuestra fama es mala.
Podremos ir evolucionando en aspectos como fuerza o hackeo hasta resultar poco menos que omnipotentes (especialmente al control de lo que nos rodea se refiere), lo que provoca algo de miedo a que el juego resulte monótono por fácil. Además podremos comprar y vender objetos o crearlos directamente y así conseguir medicinas, explosivos o dispositivos electrónicos, como inhibidores para que no nos detecten.