Desde su publicación el spot se ha compartido miles de veces y ha sido visto por millones de personas. Pero no todo el mundo ha reaccionado de manera tan positiva. Chang Shou-yi, secretario general de la Alianza de Taiwán, un estamento que reúne a grupos religiosos para la protección de la familia, ha instado a consumidores y padres en particular a boicotear a McDonalds. En una declaración a la prensa acusa a la cadena de comida rápida de promover abiertamente la homosexualidad y añade que, “La Alianza se opone a toda forma de publicidad que maleduque a nuestros hijos sobre el comportamiento sexual. Condenamos y llamamos al boicot a todas las empresas que están contaminando la próxima generación”.
Taiwán es una de las zonas más gay friendly de Asia con siete ciudades que aceptan los registros de hogares de parejas homosexuales, pero el matrimonio entre personas del mismo sexo no es legal. En el año 2013, un proyecto de ley del matrimonio igualitario pasó la primera prueba en el Parlamento, pero desde entonces ha quedado estancado por la presión de una pequeña pero poderosa y organizada minoría católica.