Dicen que la mejor defensa es un buen ataque y, en vez de esconderse, Frulling ha decidido salir a la palestra y dar a todo el mundo una lección.
La grabación pornográfica pronto se hizo viral. Y ocurrió lo peor que podía pasar: alguien vinculó a la chica que aparecía en el vídeo con Frulling, gracias a una foto de su Instagram. En cuestión de días su imagen pública se fue al garete y sus redes sociales se llenaron de troles.
El autor del vídeo está siendo buscado por la policía, pues publicar imágenes íntimas de una persona sin consentimiento es ilegal en Canadá, pero Frulling ha tenido que sufrir un acoso en internet totalmente injustificado. Por supuesto, sus dos compañeros permanecen en el anonimato. Nadie se ha preocupado por buscarles.
“No me avergüenzo de ello”
Dicen que la mejor defensa es un buen ataque y, en vez de esconderse, Frulling ha decidido salir a la palestra y dar a todo el mundo una lección. En un vídeo, que ya ha recibido más de millón y medio de visitas, la canadiense explica su versión de la historia y bromea sobre la situación. “No puedo decir que esté orgullosa de haberlo hecho, pero tampoco me avergüenzo de ello”, concluye.