Paloma Sanz también se tiraría a la bebida para que el asunto la pillara «contenta». Antonio Alarcon se nos puso solemne con su «saborear el aroma de la mujer que amas y morir en brazos de ella». Jo, Antonio… ¡Ahí no te supera ni Al Pacino en Esencia de mujer!
Angel Cabrera va a lo práctico y estaría más por sentarse en un buen sitio y ver el espectáculo, rollo fuegos artificiales. Lo mismo haría José Juan González, que tiene su plan más desarrollado: «Cogería mi silla plegable, una botella de ron y quedaría con mis colegas en un lugar con buenas vistas a ver llegar el fin del mundo en primera fila, mientras suena Pueblos del mundo extinguíos de Siniestro Total a toda leche». ¿Dónde quedamos cuando llegue el día, José Juan?
Por último, Omar Moreno, «como buen libra», se tiraría las dos horas pensando en qué iba a hacer. Seguro que a muchos de nosotros, sin ser libra, también se nos cruzarían los cables por más que digamos ahora, Omar.