“Hay que aprender a escuchar al cuerpo, que en verano pide preparaciones frescas, livianas y saludables”, afirma Soler. Y añade, “evitando consumir alimentos grasos y pesados. Además de la alimentación, también ha que cuidar la exposición al sol utilizando siempre protector solar, gafas, y sobre todo, no hay que olvidar la hidratación”.
“Es una época ideal para tomar ensaladas con hojas de verduras, junto con otros vegetales, y para hacerlas más completas y como platos únicos, añadirles otros alimentos como queso, atún, pollo, mariscos, frutos secos, arroz integral…En cuanto al aliño, lo ideal es aceite de oliva, vinagre o limón. Hay platos muy conocidos y nutritivos en la gastronomía española ideales para esta época como el gazpacho, el salmorejo, o incluso las brochetas de vegetales, pescados, etc.”
La gran mayoría de las verduras son muy ricas en agua y potasio, lo que ayuda a mantener la hidratación y reponer las pérdidas de agua y sales, que se producen con la transpiración del cuerpo cuando aumenta la temperatura exterior. Son perfectas para cuidar el organismo por dentro y por fuera.