Durante el mes de agosto los niveles de testosterona, la principal hormona sexual masculina y la encargada de incrementar la libido, llegan a su cumbre. También suben las feromonas que exacerban la atracción hacia otras personas. Estas hormonas influyen en el comportamiento sexual femenino. Cuando suben, ellas coquetean más, se dejan seducir y tienen más relaciones, que a su vez son más intensas y placenteras.
También podría tener algo que ver la tesis del doctor y profesor de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autonóma de México (UNAM) Serafín Mercado-Doménech. Éste señala que las altas temperaturas son las responsables de generar una hormona que se llama luteinizante, que incita a que hombres y mujeres se vean a sí mismos más atractivos.
Sean cuales sean los motivos, lo cierto es que el verano es una época para disfrutar. Y qué mejor manera de pasarlo bien que con mucho sexo. Que luego vuelve el otoño y quizá se nos van las ganas…