Su interior alberga grutas y hasta un cine en el que cada domingo Hefner junto con sus conejitas, escogen una película de entre 4000 de su colección para pasar las tardes comiendo palomitas.
Las Playmates, es decir, las habitantes femeninas de la casa, visten con el particular atuendo de medias, corsé y orejitas. Este ‘divertido disfraz’ además, fue el primero registrado como ‘traje de servicio’ en la oficina de marcas y patentes de los Estados Unidos.
La cultura griega invade los jardines y las tradiciones de este lugar. Las conejitas que llegan nuevas al palacete deben besar cada una de las esculturas grecolatinas que se encuentran entre los árboles y setos del ostentoso jardín.
El dueño
Si a alguien hay que preguntar por la venta de la Mansión no hay más que otro que el hombre más odiado y aclamado del mundo: Hugh Hefner.
Apodado por sus chicas y amigos como Hef es el fundador y editor de la revista. Un héroe para muchos hombres que ansiaban ver cuerpos desnudos de mujeres en revistas en una época en la que aún la mente de la sociedad permanecía anclada en el pasado.
