Las actividades beneficiosas y regulares durante los meses invernales serán fundamentales para que dejemos de creer que la salvación sólo está cuando llega el verano. Durante los meses de trabajo y rutina, actividades como los deportes, las caminatas y el trote de una hora diaria; la meditación, el yoga y las reuniones con amigos y familiares, entre muchas otras, tendrán a nuestra mente adiestrada para una combinación más sana entre obligaciones y tiempo libre.
Ser positivos y poner por delante todo lo bueno de nuestra personalidad ante la rutina, no permitirá que esta nos abata.