Estas recomendaciones son sólo para casos leves y esporádicos. Si tu problema es una dolorosa uña, totalmente enterrada, acudir al podólogo es absolutamente necesario. Él tratará correctamente tu problema, evitando males mayores y, si lo cree conveniente, te indicará un tratamiento específico a seguir (antibióticos) o incluso te recomendará alguna de las soluciones quirúrgicas posibles para los casos más graves y persistentes.