El Castillo de Santa Bárbara, la Basílica de Santa María y el Monasterio de la Santa Faz, son monumentos de obligada visita cuando estemos en Oviedo. Además, no podemos perder de vista que a pocos kilómetros del centro de la capital, se encuentran algunos de los paisajes de montaña, verde y agua más maravillosos de toda la Península, y por supuesto, el imponente Cantábrico, siempre presente.