Por detrás se sitúan los portugueses, atraídos por la cultura, la gastronomía y las compras, y que el pasado año desembolsaron más de 145 millones. En cuanto a turistas no europeos, los estadounidenses son los más numerosos y los más dinero gastaron: una media de 2.365 euros por persona, lo que significa un total de 708 millones de euros.