Pide consejo al entrenador a la hora de establecer tu rutina básica y crea, con su ayuda, una específica para ti que sea realista, es decir, tienes que poder cumplirla adaptando su dificultad o intensidad a tus propios progresos.
Una rutina demasiado sencilla o, por el contrario, casi imposible de desarrollar harán que pierdas fácilmente tu motivación. La clave está en que esa rutina exijas a tus músculos el esfuerzo necesario para que trabajen y se desarrollen de manera progresiva con resultados evidentes lo antes posible.
Los pasos básicos a seguir para que tu rutina sea efectiva según tus objetivos son:
1. Establece tus días y tu horario de entreno, asegurándote de que podrás cumplirlo sin excusas.
2. Determina tu objetivo y diseña tu propia tabla de ejercicios. Puedes empezar escogiendo 2 ejercicios básicos (que incluirás siempre en tu rutina) + 2 variables por cada grupo muscular (tren superior y tren inferior) + 2 específicos para la zona concreta que quieras desarrollar (pectorales, bíceps, piernas…)