Disciplina y constancia son las claves para alcanzar la meta que te propongas. Establecer una correcta rutina de entreno es el paso previo imprescindible para hacer realidad ese objetivo que te has propuesto.
Lanzarte a hacer ejercicios sin orden alguno y sin tener claro qué quieres conseguir provocará escasos resultados, desánimo antes de tiempo y, en el peor de los casos, fatiga muscular o lesiones.
Tu cuerpo necesita un periodo de adaptación y un desarrollo progresivo de la actividad física, por lo que planificar los pasos necesarios para conseguir el cambio físico que deseas es fundamental.
Una rutina de entreno es siempre personalizada. Tus características, tu condición física, el tiempo del que dispones para entrenar, el tipo de vida que lleves, más o menos sedentario, y sobre todo, tu objetivo serán algunas de las variables que la determinen.
Puede que busques una mayor definición general (o el desarrollo de un grupo muscular concreto) o que quieras ganar fuerza o resistencia. En cada uno de los casos, tendrás que establecer los días de entrenamiento, los ejercicios más adecuados, el número de series y repeticiones y los periodos de descanso.