A parte del tenista, Richard Mille ha diseñado relojes inspirándose en otros deportistas de élite así como actividades consideradas de “clase alta” como el polo, los yates, golf o carreras de F1.
Pueden gustarte o no pero hay que reconocer la capacidad que ha tenido el francés para creer en su sueño e ir en contra de todo lo que nos dirían las normas de mercado. Apostar por la exclusividad 100%.
Y es posible que la marca Richard Mille tenga un publico objetivo muy determinado como el mismo afirmó en una entrevista: “Cada día hay más gente que entiende que la perfección tiene un coste y que entiende mis relojes”.
Pero si realmente os planteáis tener un reloj de esta marca, buscad antes en el mercado de segunda mano. Con una simple búsqueda se pueden ver piezas desde 25.000 euros, que es una fortuna pero una buena rebaja de su PVP.