¿Quién es Richard Mille? Pues un empresario francés ligado al sector relojero durante décadas que un buen día decidió ir por libre, hacer algo el solo. Tenía una cosa clara: solo quería hacer relojes que fuesen perfectos y de su agrado. Lo que no contaba es que le saldrían un poco altos los costes… Hoy en día, los precios de sus colecciones pueden alcanzar el millón y medio de euros por unidad.
Es cierto que el incidente del reloj de Rafael Nadal, que «solo» costaba 350.000 euros, fue un punto de inflexión para esta marca que inició su andadura en 2001. Siempre con la palabra «Perfección» como objetivo básico e irrenunciable, los modelos Richard Mille tienen un proceso de diseño y producción muy laborioso, se podría decir que no hay dos iguales aunque sean el mismo modelo.
Este grado de exigencia, hace que apenas salgan 200 unidades de cada gama. Todos los modelos tienen maquinaria de alta relojería (Tourbillon). El de Nadal, por ejemplo, era el modelo con la maquinaria de ese tipo más liviana que existe, apenas dieciocho gramos, y materiales de primer nivel.