Cada fémina suele preferir un tipo distinto de gel. Toca, pues, experimentar con ellos y saber dosificar correctamente: con algunos, una o dos gotas suelen ser suficientes para despertar la impresión deseada. Fox recomienda que sea siempre el hombre quien lo aplique, aprovechando el momento para jugar con las caricias, más importantes incluso que el efecto del sugerente líquido.
Un truco visualmente excitante es que el gel se vierta sobre el cuerpo desde una cierta altura, deleitándose ante el deseo que provoca siempre una piel embadurnada y brillante.
Fuente: El Confidencial