El sexto día de tour es el asignado para trasladarnos a otra ciudad china, en este caso, Güillín. Será una jornada de vuelo, alojamiento y descanso, puesto que al día siguiente nos espera un tentador crucero por el río Li Jiang. La belleza paisajística de la que seremos testigos durante esta navegación quedará grabada en nuestra memoria.
La mayoría de los paquetes turísticos incluyen el almuerzo a bordo de la embarcación. Todavía con el estigma del crucero, por la tarde nos espera la Gruta de las Flautas de caña, un bonito cierre del día antes de volver al hotel.
Al día siguiente, el ocho, volaremos hacia Shangai, un nuevo y fantástico destino en este tour por el gigante asiático. Una vez instalados en el confortable hotel, conviene reponer energías, ya que al día siguiente, tendremos jornada intensiva recorriendo los lugares más representativos de esta gran urbe.
El Jardin Yuyuan, el barrio antiguo y el templo de Buda de Jade, será sólo algunas de las maravillas que nos depara esta moderna urbe. Una cena exótica en cualquiera de los luminosos y acogedores restaurantes de la ciudad, podría ser la mejor despedida, antes de pasar la última noche y abandonar un país que tiene todo lo necesario para dejar boquiabierto a cualquier tipo de turista.