El triptófano, un aminoácido esencial que se encuentra en las proteínas de la dieta, son los ladrillos de la casa de tus sueños. Pero no sólo se necesitan ladrillos para conformar tu magnífica casa, sino que precisamos de otras herramientas: ácidos omega 3, hierro, magnesio y vitamina B6. Si nuestra dieta es insuficiente en triptófano, hierro, omega 3, magnesio o vitamina B6, no se creará la serotonina suficiente y sufriremos ansiedad, estrés, apetencia por los dulces, insomnio o somnolencia.
Si crees que por las tardes estos síntomas son más alarmantes, seguramente tengas déficit de serotonina. Asegúrate de comer bien durante el día para no llegar a la noche con demasiado apetito y aumenta la dosis de hidratos de carbono a media tarde.
La glucosa ayuda a que el triptófano atraviese la barrera hematoencefálica del cráneo y llegue al cerebro para crear serotonina. Permítete entonces, merendar y cenar algo de pan, cereales, pasta o arroz. Y una dosis añadida de dulce como dos onzas de chocolate negro, muy rico en triptófano y magnesio, no te vendrían nada mal.