2. “¿Todas las grasas son iguales?”
Las grasas deben aportar el 30% de las calorías de tu dieta. Sin embargo, no todas las grasas comparten los mismos beneficios ni los mismos defectos. Imagina tu sistema circulatorio como un conjunto de tuberías por las cuales circulan paquetes y materiales necesarios para las células. Cada célula es irrigada por un vaso sanguíneo, y disfrutará de las sustancias que corren por él. A veces nuestras cañerías se atascan y la sangre no puede fluir de igual manera por el torrente circulatorio. Las grasas saturadas se comportan como residuos que atrancan las tuberías, mientras que las grasas insaturadas son los camiones de basura que se encargan de recoger los desperdicios y mejorar la circulación. En la leche, carne, repostería y huevos (entre otros) se encuentran las grasas saturadas y actúan elevando el colesterol malo (LDL). Por otro lado, las grasas insaturadas se encuentran en el pescado, frutos secos y aceites de semillas, como el de oliva y girasol.