En algunas zonas de Tokio nos encontraremos inmersos en la milenaria tradición de Japón. El barrio de Asakusa es uno de los más representativos en este sentido. En él se encuentra el Templo Sensoji, el más antiguo de la ciudad y cuya sala principal tuvo que ser reconstruida culminada la Segunda Guerra Mundial.
En Tokio también se encuentra el mercado de pescado más grande del mundo, el de Tsukiji, con más de 450 especies siempre frescas y listas para llevar.
Pero al momento de optar por el ocio, Tokio sólo es comparable con algunas de las ciudades más activas y movidas del mundo. La gran urbe se subdivide en muchas miniciudades de ocio. Una de ellas es la zona Roppongi, atestada de restaurantes, bares, discotecas, cines, tiendas y una galería de arte. Este cóctel de animación convierte a Roppongi en una de las áreas por excelencia de la diversión de la asombrosa Tokio.