No obstante, Dodson reconoce la existencia de un orgasmo de fusión (meltdown orgasm) que ella misma ha experimentado en alguna ocasión, y para el que hace falta una penetración profunda y la estimulación del clítoris. En su caso, lo alcanzó siendo penetrada por un hombre con gran autocontrol mientras se encontraba de lado, con una pierna alzada, y un vibrador sobre su clítoris: la sexóloga reconoce que nunca había sentido nada similar y que le fue casi imposible repetirlo. Así que quizá merezca la pena intentarlo o, por lo menos, utilizarlo para tirarse el folio. A juzgar por los tremendos testimonios de las aquí citadas, tampoco serías el primero.
Fuente: El confidencial