La descafeinación con agua es un proceso natural que preserva de manera óptima las propiedades organolépticas del café. Por el contrario, otros métodos más frecuentes que utilizan disolventes químicos como el cloruro de metileno o acetato de etilo, pueden dejar sabores residuales que si afectan al sabor y aroma final del café.
Ya sea con cafeína o sin ella, lo mejor del café es el momento de tomarlo. Es igual si es corto o largo o si lo tomas solo o en compañía. Lo importante es disfrutar de cada sorbo y de ese sabor y aroma inconfundible que, lejos de aburrirnos, nos hace volver a él todos los días.
Fuente: Muyinteresante.es