La descafeinación con agua, un proceso 100% natural
El café descafeinado sigue el mismo recorrido que el que contiene cafeína hasta el momento de su descafeinación. Tras la recogida de las cerezas de café en los países de origen y el posterior secado y despulpado, los granos de café son enviados para su tratamiento en plantas de descafeinación y es a partir de aquí cuando los granos de café que van a ser descafeinados emprenden un camino diferente a los que contendrán cafeína.
Dado que la cafeína es soluble en agua, el proceso de descafeinación más natural consiste en emplear precisamente agua para descafeinar los granos de café. El café arábica tiene aproximadamente la mitad de cafeína que el café robusta y por tanto, los parámetros del proceso de descafeinación variarán en función de la mezcla de cafés que se quiera descafeinar.
El proceso empieza por someter el café a un flujo de agua caliente para que casi la totalidad de la cafeína se desprenda del grano. Una vez extraída la cafeína, los granos de café se someten a una corriente de aire caliente que evapora el agua utilizada en el proceso anterior. Posteriormente, en la parte de reincorporación se reincorpora a los granos de café el resto de materias orgánicas que se habían desprendido con la cafeína. Una vez concluido este proceso y recuperada la humedad habitual del café, los granos de café ya descafeinados estarán listos para la torrefacción, proceso en el que se emplean los mismos métodos que en el café no descafeinado.