3. Masaje sueco
El masaje sueco es uno de los tipos de masajes más completos. Comienza con unos deslizamientos sedantes, para relajar, o por una fricción, para hacer que el cuerpo entre en calor. Luego viene una maniobra en sentido centrípeto (hacia el corazón) para que la fluya la sangre y se renueve. A continuación se realizan los amasamientos, con el fin de tonificar y nutrir los músculos del cuerpo. La sesión se puede completar con presiones, vibraciones o cacheteos y al final se aplican nuevos movimientos relajantes.
Con este tipo de masaje se logra eliminar tensiones y reafirmar los músculos y las articulaciones. Además, favorece la circulación sanguínea y la eliminación de toxinas. El masaje sueco puede ser lento y suave, o vigoroso y tonificante, en función de los objetivos que se persigan (relajarse, eliminar contracturas, etc.).