Esto coincidiría con los resultados de una investigación llevada a cabo en la Universidad Estatal de Wayne en Michigan, según la cual la libido de hombres y mujeres se dispara en momentos diferentes del día. Mientras que la glándula pituitaria del cerebro masculino produce hormonas por la noche y sus niveles de testosterona se disparan a primera hora de la mañana alcanzando niveles hasta un 50% más altos que durante el resto del día, las mujeres mantienen su producción hormonal en equilibrio a lo largo del día (en parte por los estrógenos y la progesterona que ayudan a regular los niveles) y es precisamente por la noche cuando alcanzan su punto más alto de testosterona: acaba el día y aumenta el deseo de practicar sexo.
Según este nuevo estudio, para que las mujeres lleguen con ganas de sexo al final de la jornada, necesitan haber disfrutado de un descanso profundo y duradero la noche previa. He aquí una nueva forma de entender los preliminares: dejándolas dormir a pierna suelta.