Los investigadores encontraron que por cada hora adicional de sueño aumentaba las probabilidades de querer practicar sexo en un 14% de los casos. Es decir, aquellas mujeres que durmieron más se encontraban más apetentes para practicar sexo al día siguiente.
El viejo truco de los 5 minutitos más para remolonear en la cama, podría ser todavía más placentero –tanto en el momento de disfrute como por la consecuente activación de la libido– si se alarga durante sesenta más.
Calidad del sueño y actividad sexual
“Los investigadores descubrieron que cada hora adicional de sueño no solo aumentaba las posibilidades de mantener relaciones sexuales con su pareja, sino que en aquellas mujeres que dormían durante más tiempo además mejoraba la excitación vaginal”, explican en el Medical News Today.
Queda demostrado que dormir bien es importante para mantener una vida sexual saludable. “Los niveles de deseo, la respuesta genital y la probabilidad de la actividad sexual, están condicionadas por la duración habitual del sueño nocturno”, puntualiza el doctor David A. Kalmbach, uno de los principales autores del estudio, aunque también resaltaron que otros factores como la edad, el estrés o el momento del ciclo menstrual en el que se encontraban tenían un importante grado de influencia en la propensión a practicar o no sexo.