La técnica ‘edging’ busca que la magnitud del clímax os lleven a ti y a tu pareja a que os estallen los oídos.
Quien haya tenido algún orgasmo en su vida, habrá sentido que unos son más intensos que otros. Mientras que muchos son medianamente placenteros, hay algunos que son para llorar de placer. La intensidad no es un factor fortuito y se puede modificar a través de diferentes condicionantes. La técnica ‘edging’ busca que la magnitud del clímax os lleven a ti y a tu pareja a que os estallen los oídos. El método es sencillo: lleva a tu compañero o compañera hasta el borde del orgasmo y detente en el último momento. Después vuelve a empezar. Entre estos picos de excitación y relajación, el orgasmo final será comparable a un terremoto de magnitud 10 (nunca registrado) en la escala de Richter.
Todo tipo de lugares para practicar
Aunque siguen intentando mantener un cierto toque de clandestinidad, las fiestas sexuales son cada vez son menos secretas. Quizás, por eso, aparecen cada vez más lugares que ofrecen experiencias novedosas para experimentar el sexo sin tapujos.
Para los que se hicieron una cuenta en Ashley Madison ahí está el proyecto ‘Cheating Island‘, el único lugar del planeta donde el adulterio va a verse alentado. Promovida por la página web ‘Illicit Encounters’ se trata de una isla exclusiva para que los infieles no puedan ser cazados. Se dice que para llegar allí será necesario utilizar el helicóptero, el acceso se realizará con los ojos vendados y se tendrá que firmar un documento con una claúsula de exención de responsabilidad para la empresa.
La revolución digital
Con los avances tecnológicos que tenemos hoy en día, las novedades tenían que llegar también a los juguetes sexuales: vibradores controlados a través de Bluetooth, el ‘womanizer’ (un artilugio que promete un orgasmo femenino en tan solo un minuto) y hasta un dron sexual con forma de consolador para el placer de ella (el así llamado dildo drone).