Sobre el ritmo correcto al que deben hacerse los abdominales, los entrenadores coinciden en que es cada deportista el que debe encontrar el suyo, aquel que le permita un trabajo intenso pero que no implique agotamiento muscular. No por hacer los abdominales a toda velocidad el ejercicio resulta más efectivo.
Encuentra tu propio ritmo y mantenlo constante. Vigila la respiración y marca bien los movimientos al elevarte y al descender, sin prisas, notando como tus músculos trabajan.
Aunque tu objetivo sea tener unos abdominales de acero, no caigas en el error de realizar un entreno excesivo. Estos músculos necesitan su periodo de recuperación, por lo que es aconsejable dejar transcurrir 48 horas entre sesiones de abdominales (tres o cuatro por semana, bien hechas, son suficientes para que, transcurrido un mes, tus abdominales comiencen a destacar).
El tiempo de cada sesión dependerá de tu estado físico y de tu nivel de preparación. Como en cualquier otro tipo de ejercicio es importante avanzar de manera progresiva y exigir a tu cuerpo solo aquello que pueda realizar en cada momento.