Actualmente, en nuestra sociedad, entendemos el sexo como si fuera una clase de gimnasia o como un examen que hay que pasar con buena nota, pero el sexo tántrico te enseña a olvidarte de todo esto. «Se aprende a prestar más atención a los besos, a las caricias, a las miradas, a disfrutar de una forma más paciente, más plena y consciente de toda la energía que sienten dos cuerpos en un acto sexual, a no centralizar todo en la búsqueda del orgasmo ni a tener que alcanzarlo rápido y desesperadamente. En general, sexo tántrico es potenciar los sentidos», insiste la escritora.
Kundalini: la energia sexual
Una de las patas fundamentales en la que reposa esta filosofía tántrica es la llamada energía Kundalini. Esta fuerza invisible deriva de toda esta parte mística y energética del tantra, al igual que muchas de las filosofías y/o doctrinas orientales. Se dice que esta energía te hace avanzar espiritualmente y desbloquear los miedos y ataduras de tu mente. Su objetivo es la limpieza de los chakras y el desbloqueo de algunos estados emocionales. También aseguran que esta fuerza ayuda a mejorar nuestra sexualidad y a vivirla con mayor intensidad.