Y por último, la cuarta de estas llaves es el movimiento armónico y fluido. O lo que podríamos denominar como alcanzar el equilibrio. Es decir, acompasar tu energía y tus ritmos con los de la otra persona para poder fluir y estar en armonía.
Los mitos del Tantra
Mucho hemos oído hablar del sexo tántrico, pero en cambio, sabemos poco de él. Esta práctica sexual está llena de mitos y de falsas creencias. Por ejemplo, que sólo con que dos personas se miren a los ojos pueden tener un orgasmo, o que para practicarlo se requiere horas y horas, o que su único objetivo es retrasar la eyaculación. Incluso, en ocasiones, se confunde también con el Kamasutra. Sin embargo, nada o muy poco tiene que ver con todo esto. «El objetivo fundamental del sexo tántrico es dejarse llevar por el placer», afirma Alicia Gallotti, escritora especialista en sexualidad y autora del libro Sexo y tantra. «La meta no es el orgasmo, sino la energía sexual que transmiten los dos cuerpos, aprender a disfrutar del sexo sin etiquetas, sin tabúes, sin presiones ni ansiedad. Disfrutar con libertad», añade esta especialista.