El gobierno de Wakayama defiende esta práctica mencionando que se trata de una tradición local sin la cual la población de Taiji no podría sobrevivir. Pero esto no está más lejos de la realidad: sólo 50 personas se benefician de esta cacería.
La verdad es que, muy probablemente, esté a favor de esta práctica por el beneficio que sacan por cada delfín vendido con vida: mientras que la carne de cada delfín significa 500 dólares de beneficio, por cada delfín vivo el beneficio es de 130.000 dólares.
Así que ya sabes, cada vez que pagas una entrada de un zoo o acuario con delfines estás contribuyendo a esta masacre.