¿Por qué ese reloj? La verdad es que McQueen tenía cuidado hasta del mínimo detalle, y al observar que Heuer era un patrocinador de los “auténticos” pilotos de Le Mans, pidió llevar uno de estos en el rodaje. Escogió el Mónaco, convirtiendo los colores de éste, azul tormenta y rojo intenso, en símbolos de velocidad.
Más de 40 años después, el modelo sigue produciéndose, existen diferentes versiones, pero la azulada ‘Steve McQueen’ es la única que os recomiendo y que no perderá valor con el paso del tiempo. Porque este reloj no transmite por su calidad o acabado, transmite por lo historia y valor cultural que nosotros le damos.
Lo mismo ocurre con versión del Rolex Submariner de la primera aparición de James Bond, que sobrepasa con creces el valor y el interés por los coleccionistas de relojes. No compras un reloj, compras historia.
Hablando de temas más terrenales, hemos de decir que Tag Heuer deja en buen nivel el modelo Mónaco, con una caja de acero satinado, montando un calibre manufactura Tag Heuer 12 y una correa de cocodrilo azul que le acaba de dar un toque de distinción y que sobresale sobre cualquier otro reloj de carreras.