¿El ‘Tribulus terrestris’ funciona?
Seguramente el del Tribulus terrestris, como pasa en otros tantos suplementos, es un negocio rentable que funciona a la perfección. Al invertirse una parte de este dinero para financiar grupos de investigación, cuyos resultados sirven para llenar los sitios web y los periódicos, el negocio funciona aún mejor.
Los estudios de verdad hablan por sí solos. Si esta planta tiene la capacidad de aumentar la secreción de testosterona, con todas las consecuencias del caso, se trata de una acción muy suave y superficial, que no tiene nada que ver con los efectos milagrosos prometidos por quién comercializa sus extractos.
Si realmente se desea aumentar los niveles de testosterona, hay que entrenar seriamente, regularizar el estilo de vida y armarse de buena paciencia. Si se demuestra que se tiene tenacidad, las glándulas endocrinas comenzarán lentamente a producir más testosterona.
Una nota final respecto a la estandarización de los extractos de Tribulus terrestris. Si quieres experimentar los efectos de este suplemento en tu cuerpo, recuerda que la protodioscina constituye alrededor del 45% del extracto obtenido de las partes aéreas del Tribulus terrestris. Por tanto, se recomienda el uso exclusivo de extractos estandarizados de protodioscina o saponinas esteroides.
Efectos secundarios
A dosis de uso común, el Tribulus terrestris aparece bien tolerado y sin efectos secundarios importantes (más allá de la naturaleza ubicua de los trastornos gastrointestinales que pueden ocurrir en individuos susceptibles).
Curioso el caso clínico de un joven (21 años) levantador de pesas que había consumido crónicamente productos con base de Tribulus terrestris para mejorar su rendimiento deportivo. A raíz de la utilización de este tipo de productos, el joven desarrolló ginecomastia con alteración del perfil hormonal (reducción de los niveles de FSH, LH y testosterona con niveles normales de prolactina, estradiol y progesterona); tal alteración se resolvió al dejar de tomar Tribulus terrestris.