El Tribulus terrestris es una planta (Tribulus terrestris L.) perteneciente a la familia Zygophyllaceae. Está muy extendida en Europa, Asia, África y Australia, en las zonas tropicales cálidas.
Uso tradicional
Durante siglos, el Tribulus terrestris se utilizó en la medicina tradicional china y de la India con diferentes propósitos. Según la creencia local, esta planta tiene una acción reguladora y depurativa (actúa en los trastornos de origen renal, hepático y gastrointestinal); como tal se utiliza para el tratamiento de la impotencia, del edema, del hinchazón abdominal y de las enfermedades cardiovasculares.
Propiedades fitoterapéuticas
La propiedad más importante del Tribulus terrestris se encuentra vinculada a su supuesto efecto estimulante en la producción de hormonas andrógenas. Estas hormonas, típicas del hombre pero también muy importantes para el organismo femenino, regulan la libido, las características sexuales y el desarrollo muscular.
En virtud de estas características, el Tribulus terrestris se ha utilizado durante siglos en diversos países como planta afrodisíaca, ya que puede aumentar la fertilidad masculina y femenina y compensar eventuales deficiencias hormonales.
A mediados de los años 90, estas propiedades fueron apoyadas y valoradas por un grupo de atletas olímpicos de Europa del Este (sobre todo de origen búlgaro y ruso). De estos países provienen los estudios más importantes, que ponen de relieve las propiedades hormono-estimulantes de esta planta. Estos efectos se atribuyen a un grupo de sustancias orgánicas con una actividad hormonal parecida llamadas saponinas.
Las semillas del Tribulus terrestris son ricas en protodioscina, una saponina esteroide que actuaría aumentando la producción endógena de testosterona, dihidrotestosterona, hormona luteinizante (LH), dehidroepiandrosterona (DHEA), sulfato de dehidroepiandrosterona (DHEA-S), con el consecuente incremento de la espermatogénesis y de la libido en animales de laboratorio y seres humanos.
Numerosos estudios independientes, a menudo financiados por los mismos fabricantes de suplementos a base de Tribulus terrestris, reiteran y enfatizan dichas propiedades.
La confirmación de la hipótesis de que los extractos de esta planta serían útiles en el tratamiento de la disfunción eréctil llegaría de otro estudio. Durante esta investigación, un grupo de ratones a los que se les administró Tribulus terrestris se demostró más activo sexualmente y presentó una presión intracavernosa mayor que los ratones no tratados.
Inicialmente, los productos a base de Tribulus terrestris fueron ampliamente publicitados en miles de sitios web y en revistas, dirigidas principalmente a profesionales del culturismo. Hoy, los extractos de esta planta se utilizan en la preparación de las píldoras que prometen despertar el deseo y la energía sexual. ¿Hay algo de cierto en esto?
Un estudio en sujetos sanos y jóvenes a los que se les suministró un «cóctel» de suplementos con diferentes precursores de la testosterona, incluyendo el Tribulus, no mostró un aumento significativo de la testosterona.
En otro estudio en el que se administró sólo Tribulus, no se registraron aumentos en la masa corporal magra, tampoco una disminución del tejido adiposo, y la práctica deportiva de los sujetos estudiados no mejoró.
Otros estudios han demostrado que el Tribulus terrestris no aumenta la secreción de LH en hombres jóvenes (de edades comprendidas entre los 20 y los 36 años). Dosis de 10 mg/kg y 20 mg/kg de Tribulus terrestris al día durante 4 semanas no produjo ninguna diferencia significativa ni de testosterona, ni de androstenediona, ni de LH.
Muchos autores señalan que la mayoría de los estudios que coinciden en la atribución a esta planta de importantes efectos en la salud, se llevó a cabo en sujetos con valores iniciales medio-bajos de testosterona. Basándose en estas observaciones, el Tribulus terrestris podría tener sólo un efecto leve en personas con deficiencias hormonales de base.