Estos beneficios están demostrados en numerosos estudios, que hacen de la creatina uno de los pocos suplementos apoyados en un amplio background científico. Sin embargo, los resultados son discordantes; no existen, por ejemplo, estudios que justifiquen la ingesta de creatina en los sujetos que practican disciplinas de fondo, como el maratón o la marcha. El aumento de peso asociado con el consumo puede, en estos casos, incluso empeorar el rendimiento.
Los efectos anabólicos son variables de sujeto a sujeto, de modo que un 30% de los sujetos no es capaz de aumentar su concentración de creatina muscular. En otras palabras, el 30% de los atletas que se integra con la creatina tira su dinero y hace que los riñones trabajen casi innecesariamente.
El crecimiento muscular logrado a través de la creatina está relacionado tanto con aspectos directos como indirectos. Los aspectos directos son proporcionales a la cantidad de creatina absorbida y almacenada en los músculos. La creatina tiene, de hecho, la propiedad de retener agua dentro de las células musculares, aumentando así el volumen.