Los expertos dicen que la cultura moderna vive una relación “bipolar” con respecto al sexo. Es que la sexualidad está presente en todos los ámbitos de la vida, desde el cine a las publicidad, pasando por la televisión a las canciones, etc. Pero también es cierto que se nos indica que no tenemos permitido disfrutarlo como queremos. Esto le puede ocurrir a muchas personas que ven al sexo como algo “divertido”, pero a la vez “malo”.
Es comprensible que tengan este problema y, al mismo tiempo, vivan una gran contradicción. Si a eso le sumamos la enseñanza que se impartía hasta hace no mucho en relación a la sexualidad o a las creencias religiosas, lo más probable es que no tengamos claro qué está bien y qué no.
Es preciso tomarnos el tiempo para examinar cómo nos llevamos con el sexo en general y, a la vez, en lo particular. Es decir, con nuestra pareja o experiencias pasadas.