Y lo consigue. Entre homenajes, reencuentros y nuevos alicientes, este episodio VII es el espectáculo que todos esperaban -incluída sobretodo Disney– siendo sus mejores bazas, además del apartado visual, tanto en el campo de los fx como en la dirección, las nuevas adiciones en forma de personajes.
Rey, interpretada por Daisy Ridley es sin duda el gran descubrimiento de la película. La debutante, sostiene gran parte del peso del metraje sobre sus hombros, siendo capaz de transmitir la candidez y dulzura con su mirada, al mismo tiempo que la determinación y valentía de quien debe afrontar su destino.
Finn, a quien presta sus facciones John Boyega – visto en Attack the block- tiene el suficiente carisma como para hacerse dueño de la pantalla, pero aquí es la «pareja de baile» de Rey, y como tal, desprende una química brutal junto a ella, a la vez que funciona de alivio cómico en algunos puntos del film.