Debemos dejar de necesitar para ser felices. Si necesitamos algo o a alguien y no lo tenemos nos creemos desgraciados e insatisfechos y si por cualquier razón llegáramos a conseguir ese algo o alguien le daremos tanto valor que tendremos tal miedo de perderlo que nos olvidaremos de lo más importante: disfrutarlo.
La única forma de disfrutar realmente algo con todas las fuerzas y deseos es siendo conscientes que algún día lo perderemos. Si algo durara eternamente perdería valor.
Por ello es natural y eficiente sentir deseos. Los deseos causan placer mientras que las necesidades nervios e inseguridades. A veces engordamos tanto los deseos que los transformamos en necesidades. ¡Que no te pase! Piensa, siente y actúa.