La “terribilitis” es una enfermedad contagiosa que consiste en fantasear de forma catastrófica. O lo que viene a ser lo mismo: sentir emociones exageradas en situaciones no tan terribles.
Cuando de repente somos poseídos por pensamientos ilógicos nuestro cuerpo queda inundado de emociones exageradas. Entonces la capacidad de pensar de forma madura y sensata, queda anulada por esos sentimientos de angustia. Y tomamos decisiones tan absurdas como dramatizadas. Entonces empezamos a seguir métodos drásticos, rápidos y poco saludables.
Y todo esto sucede por echar imaginación al asunto, por pensar más de la cuenta y exagerar. Imaginar puede convertirse en tu mejor aliado para crear, inspirar y atraer, o como un veneno tan insaciable que te irá destruyendo lentamente.
Fran, uno de mis pacientes, me contaba lo siguiente: “Mírame como estoy, no consigo engordar, por más que hago no soy capaz de coger ni un gramo. Soy flacucho y débil. Tengo la sensación de que la gente me mira por la calle y así no seré capaz de gustarle a ninguna chica. Como siga así acabaré soltero y sin trabajo. Quién va a querer contratar a alguien tan delgado”. Y como el caso de Fran podría enumerar decenas.