No podemos obviar que en un entorno laboral hay gente mucho más conflictiva, problemática y carente de valores que otra, pero, ¿realmente nos creemos 100% exentos de responsabilidad en la generación del clima anteriormente señalado.
Algún experto en liderazgo y comunicación llegó a decir que la manera en la que se interactúa con los compañeros de trabajo dice mucho acerca de una relación mucho más profunda, y que además, es la causante de todos y cada uno de los conflictos laborales: la que tenemos con nosotros mismos.
Aunque a muchos les duela saberlo, la desconfianza en las motivaciones ajenas, es sinónimo de inseguridad propia. Y la inseguridad propia es ser conflictivo y negativo, ser indolente y pasivo, ser arrogante y prepotente, ser muy orgulloso, ser muy susceptible, ser autoritario, ser falso e hipócrita, ser irrespetuoso y muy crítico, ser cobarde, y ser egocéntrico e indiferente. ¿Nunca has caído en estas actitudes? ¿Nunca las has mantenido por varios días o meses?