No obstante, aunque una óptica probablemente pueda ofrecer un asesoramiento más profesionalizado, no significa que las gafas que venden en otro tipo de establecimientos, como tiendas de ropa o boutiques, no estén homologadas. “Siempre que detrás de las gafas haya una empresa, una marca reconocida, con mayor o menor calidad, van a estar dentro de los parámetros reglamentarios. No pueden jugársela”, matiza Masiá.
¿Qué debo valorar al comprarme unas gafas de sol?
Lo primero que hay que tener en cuenta a la hora de elegir unas gafas es el uso que vamos a hacer de ellas. La normativa establece un total de cinco categorías, del 0 al 4, según el nivel de protección del filtro solar. Para el uso cotidiano, las categorías 2 y 3 resultan las más adecuadas, incluso para conducir.
La de nivel 4 sería para una luminosidad solar extrema, como en alta montaña o durante la práctica de deportes acuáticos como la vela. Los niveles 0 y 1 se recomiendan para épocas con luminosidad baja, como el invierno.