No opone resistencia cada vez que vais a tener sexo y te sigue el rollo, pero no estás seguro de que le guste hacerlo contigo. Al menos, no tienes la seguridad total. Tu cuerpo (y el suyo) te dice que así es, pero para estar cien por cien convencido has de atender a una serie de señales que la delatan. Y son fácilmente reconocibles. Una vez que sepas que ella se muere por ti, o que por lo menos contigo, comprenderás que tienes la sartén por el mango y podrás actuar en consecuencia.
1) Sientes magia
Seguro que has tenido más de un encuentro sexual vacío en tu vida. De estos en los que no sientes mariposas, conexión ni demasiada afinidad. Llegas al orgasmo, pero no sientes nada más. Pero cuando lo haces con ELLA no es así. Os sentís uno mientras hacéis el amor. Esto solo ocurre cuando el vínculo es mutuo.
2) Hay mucha confianza
El buen sexo y la confianza van de la mano. Al margen de que tengáis una relación abierta, os veáis de vez en cuando o estéis casados, os respetáis. Si a uno no le apetece quedar, lo dice y punto, y al revés. Si os apetece sexo oral o una determinada postura, lo comunicáis sin tapujos, porque sabéis que si el otro no tiene ganas lo dirá. Además, cuando lo estáis haciendo, nada os incomoda ni os pone tensos, sois capaces de pedir o comentar lo que deseáis en ese momento.
3) Le gusta experimentar
Esa confianza mutua os impulsa a experimentar. Normalmente suele salir de ella, pero lo cierto es que cuando se lo propones, no le pone reparos. Siempre está dispuesta a probar un nuevo juguete sexual o una postura desconocida. También le gusta jugar en la cama, un signo inequívoco de que se muere por tus huesos y se divierte contigo, sexualmente hablando al menos.
4) Siempre tiene ganas
Es una locura lo rápido que surge el deseo sexual entre vosotros. Ella se enciende enseguida, con apenas tenerte cerca o con que únicamente roces su cuerpo. Tocas sus genitales y están empapados, deseando sentirte cerca. Eso solo ocurre cuando la conexión y las ganas son brutales.
5) Tenéis sexo improvisado
Cualquier momento es bueno para vosotros, y sobre todo para ella. Te aborda en el salón mientras estás trabajando para hacer el amor, o en la cocina mientras estás cocinando. Tú haces lo mismo, y a ella le encanta. El sexo no planeado o improvisado es un claro signo de la gran salud sexual que tiene vuestra relación.
6) Se ríe de las torpezas
El sexo en la vida real no es como en las películas. Aquí los golpes sin querer al cambiar de postura, los arañazos o las eyaculaciones inesperadas son el pan de cada día. Y cuando eso ocurre, lejos de sentirte incómodo, te sientes más cerca aun de ella, porque se ríe y se lo toma con humor. Es divertido.
7) No es egoísta
Le encanta darte placer y atender a tus deseos. El sexo entre vosotros no es un medio para conseguir un fin, sino un camino que ambos compartís y disfrutáis al máximo. Está siempre dispuesta a que goces al completo, pues ella se lo pasa en grande viéndote feliz.
8) Se siente sexy contigo
Durante el acto sexual, ella se siente atractiva y sexy. La forma en que la miras, tocas y le haces sentir hace que esté enganchada a ti y al sexo que le ofreces. No es sencillo que una mujer se encuentre tan bien entre las manos de un hombre, y tú lo has conseguido.