Cuando llega el fin de semana es muy habitual cometer excesos con la comida. A continuación, hay quienes deciden hacer dietas depurativas para limpiar de forma radical su organismo en pocos días. Pero no basta con eso. Muchos no son conscientes que a diario cometemos errores en la alimentación, basada sobre todo en alimentos procesados, grasas saturadas, azúcares, sal y productos animales. Nuestro cuerpo necesita eliminar a diario ese exceso de toxinas que recibe cada día y para ello existen algunos superalimentos con enormes propiedades détox que nos ayudan a lograr ese objetivo.
Los superalimentos se han puesto de moda en los últimos tiempos y no es para menos. Éstos contienen grandes beneficios para la salud por su alto contenido en nutrientes, vitaminas, minerales, fibras y ácidos grasos esenciales. “Pero entre todos ellos destacan un interesante grupo de superalimentos que contienen un alto poder antioxidante y contenido alcalino”, señala Gonçalo Sardinha, CEO y fundador de Iswari, la marca líder de superalimentos 100% naturales y de comercio justo. “Estos superalimentos détox son capaces de ayudarnos a limpiar y rejuvenecer nuestro organismo a diario eliminando las grasas y toxinas que nuestro cuerpo recibe de manera cotidiana y no necesita, y además nos aporta vitalidad y toda la energía que necesitamos”, comenta.
Uno más uno son 69” o, más bien, “soixante-neuf”, si atendemos a la frase original del escritor surrealista Raymond Queneau para describir la postura más icónica del repertorio sexual. Por extraño que parezca, esta parte indiscutida de los preliminares no emergió del Kamasutra (aunque sí se inspiró en él), sino que fueron los franceses, concretamente los asiduos a los prostíbulos de los bajos fondos, los que acuñaron la metáfora (dos personas enlazadas, la una sobre el sexo de la otra) y convirtieron al 69 en el número erótico por excelencia.
Desde entonces, la postura ha superado todas las fronteras y se ha convertido en un clásico entre las sábanas que equipara a los dos miembros de la pareja: ambos dan y reciben placer. Sin embargo, y pese a su éxito en la cultura popular, el cómo llevarlo a la práctica sigue desconcertando a algunos. Por eso hemos acudido a los consejos que desgrana la revista ‘Cosmopolitan‘, la biblia online en torno a las posiciones sexuales, para conocer cuáles son los pasos para convertirnos en expertos del 69.
1. La ducha, lo primero
No se trata solo de acudir “al tajo” limpito, sino también de saber relajarse. Cuando uno se propone embarcarse en una nueva experiencia sexual, es importante calmar los nervios.
2. El calentamiento
Después de acabar con ese nerviosismo, de forma ineludible llega la excitación y con ella los preliminares: los besos, las caricias, la masturbación… para dejarlo todo a punto de caramelo.
Por ser una media esfera, el bosu admite muchos usos al momento de trabajar el abdomen, pudiendo servir como punto de apoyo inestable o como superficie que garantice una óptima posición de la columna para lograr un trabajo más seguro.
Asimismo,el bosu puede usarse como carga si lo sujetamos con ambas manos y lo movilizamos en diferentes planos, aunque las formas más efectivas de utilizarlo son como como superficie de apoyo, sobre todo inestable para solicitar un mayor esfuerzo de los músculos de la zona media o estabilizadores.
Así, proponemos los siguientes siete ejercicios con bosu para trabajar abdominales de una forma diferente e intensa y sumar diversidad a la rutina que llevamos hasta el momento:
Plank o estabilización horizontal: como lo haríamos en el suelo, podemos apoyar puntas de los pies, antebrazos o ambos sobre un bosu para trabajar el recto mayor del abdomen y el transverso abdominal. También podemos invertir el bosu y convertirlo en un punto de apoyo inestable para nuestro cuerpo. Variantes al clásico plank son también estabilizaciones con una pierna o mano elevada, o bien, con una pierna y el brazo del lado contrario elevado, apoyando uno o ambos extremos de nuestro cuerpo sobre bosu.
Plank lateral: una variante del clásico plank para trabajar los oblicuos, alineando el cuerpo de lado con un antebrazo sobre el bosu o con ambos pies sobre el mismo. A este plank lateral podemos añadirle movimiento y elevar y descender la cadera, incorporar una torsión de tronco, entre otros para intensificar el trabajo.
Estabilización vertical: de pie o de rodillas sobre la media esfera, intentando que la plataforma del bosu no toque el suelo, demandaremos la contracción de toda la musculatura de la zona media para conservar la posición.
Flexoextensiones de piernas y tronco: invirtiendo el bosu, sentados sobre la plataforma del mismo y usándolo como superficie de apoyo inestable, elevaremos piernas para realizar flexoextensiones de piernas y tronco como haríamos en una silla o banco.
Flutter kicks: este ejercicio también llamado aleteo de piernas, habitualmente se realiza en suelo, pero podemos ejecutarlo con la espalda baja apoyada en el bosu y contraer el abdomen para elevar ligeramente tronco y piernas y movilizar ambas piernas con el objetivo de realizar el aleteo.
Cruce alterno de piernas: al igual que en el movimiento anterior podemos posicionar la espalda baja sobre el bosu y elevar ligeramente piernas y tronco para cruzar una pierna debajo de la otra de forma alternada.
Mountain climber: son los clásicos escaladores que podemos realizar apoyando las manos sobre el bosu invertido y llevando de forma alterna, con un salto, las rodillas al pecho para trabajar oblicuos de forma intensa mientras quemamos calorías.
Si quieres diversidad en la rutina, estos siete ejercicios con bosu pueden ser de gran ayuda para lograrlo y progresar con tu trabajo.
La vida está llena de símbolos; por donde pasemos nos cruzaremos, sí o sí, con infinidad de composiciones que señalizan cosas y que, por convención social, hemos asociado a un significado, pero ¿sabemos acaso el origen real de muchos de estos símbolos? La verdad es que no. Por ello, hoy os proponemos un divertido reto, el cual consiste en que intentéis adivinar el significado de algunos de los símbolos más comunes en nuestra sociedad. ¿Seréis capaces? Os deseamos suerte.
1. La calavera y la cruz de huesos
Es el símbolo de la muerte y tiene su origen en la Edad Media. Los piratas la adoptaron para sus banderas y, actualmente, se puede utilizar para señalizar productos tóxicos.
2. Triqueta
Su origen data de le Edad del Bronce y representa las posiciones del Sol sobre la Tierra, además de las fases lunares. Vendría a ser la representación de los ciclos de la naturaleza.
Te ves alto y delgado, miras tus largos brazos y notas falta de tono muscular en ellos. Las extremidades inferiores no lucen la forma que te gustaría que tuvieran y ya estás cansado de verte sin masa muscular. Sin embargo, no sabes por donde empezar a trabajar para revertir esta situación.
Tener extremidades largas y no adaptar tus entrenamientos a esa circunstancia es un grave error, ya que este colectivo debe seguir unas pautas muy concretas para ver cambios significativos en su físico una vez comienzan a entrenar.
Conoce cómo entrenar con pesas si tienes brazos y piernas largas:
1. Evita los malos pensamientos
Este punto es sin duda, uno de los elementos clave para transformar tu físico ya que, deberás comprender y asimilar que aumentar la masa muscular es un proceso lento y duro, por lo que debes mentalizarte para no abandonar en el camino.
Fíjate una meta a alcanzar y ve proponiendo objetivos a cumplir; de esta manera te ayudarás a estar motivado y evitarás desistas de tu meta.
Los avances hoy en día en la comunidad LGTBI siguen siendo lentos, pero seguros. Cada vez son más países los que se suman a convivir en igualdad de condiciones y de derechos entre sus ciudadanos, sin importar la religión, la raza, el sexo, el género, la orientación sexual, y otras categorías que comúnmente la sociedad impone para “controlar o generar modelos a seguir” sobre cuál es la mejor manera «civilizada» de convivir.
A continuación te mostramos los países en donde el matrimonio gay o entre personas del mismo sexo es legal.
AMÉRICA DEL NORTE
Estados Unidos
Canadá
México (solo es legal en algunos estados)
AMERÍCA DEL SUR
Argentina
Brasil
Colombia
Uruguay
ÁFRICA
Sudáfrica
EUROPA
Alemania
Bélgica
Holanda
Suecia
Dinamarca
España
Portugal
Noruega
Reino Unido
Francia
Luxemburgo
Finlandia
Islandia
OCEANÍA
Nueva Zelanda
Países en donde solo es legal la unión civil
AMÉRICA DEL SUR
Ecuador
Chile
EUROPA
Italia
Eslovenia
Austria
República Checa
Suiza
Grecia
Hungría
Estonia
OCEANÍA
Australia
Y en tu país ¿Cuál es la situación del matrimonio gay?
Llegan esos momentos en que tocar ir a la playa o la piscina con tus amigos y al verte en el espejo te das cuenta que tu bañador no te queda como esperabas. Pues prepárate para conocer cuatro ejercicios muy sencillos que puedes hacer desde casa y que en poco tiempo te harán lucir un trasero tonificado y firme.
Los glúteos suelen ser uno de los músculos más grandes y fuertes del cuerpo, sin embargo, para mantenerlo hay que conocer muy bien los ejercicios y cuidar en todo momento los alimentos que consumes, así como determinadas costumbres que pueden hacer que se vuelva flácido.
Por ejemplo, algunas costumbres que hacen tu trasero más flácido son, la falta de ejercicios de resistencias en los glúteos, las constantes duchas con agua caliente, estar mucho tiempo sentado y subir y bajar de peso constantemente, así como el consumo constante de bebidas gaseosas. Pero evitando estas costumbres y llevando a cabo las siguientes rutinas tu trasero se convertirá en el más visto entre tus amigos.
Tanto si eres un atleta competitivo, un levantador de pesas, o simplemente alguien que desea entrenar para mejorar la salud, sabrás que el entrenamiento cardiovascular es importante tanto en hombres como en mujeres.
Más allá de los beneficios para el corazón, el entrenamiento cardiovascular es vital para la salud mental. Por ejemplo, el ejercicio de cardio de baja a alta intensidad mejora la concentración y el estado de ánimo, además de estimular la liberación de endorfinas.
También, se ha demostrado que hacer cardio de bajo impacto mejora la recuperación después de las sesiones de levantamiento de pesas y erradica el dolor, lo que te permite entrenar más duro con más frecuencia.
Conoce 5 rutinas de cardio que te ayudarán a conseguir todos tus objetivos.
1. Intervalos de sprint en cinta de correr
Hacer intervalos de sprint en una cinta de correr es un excelente método de entrenamiento de alta intensidad. Si no has ejecutado sprints desde hace tiempo, dichos intervalos activarán tu cuerpo fácilmente sin la necesidad de sufrir lesiones.
¿Cómo hacerlo?
Para empezar, establece un porcentaje de inclinación que vaya de 2 a 3 en la cinta de correr, y lleva un calentamiento de 3 minutos de entre 8 y 10 kph.
Aumenta la velocidad de la cinta de correr entre 11 y 16 kmh, dependiendo de tu nivel de entrenamiento.
Ejecuta el sprint durante 15 segundos, y luego salta hacia los lados de la cinta, y descansa durante 45 segundos.
Repite durante 15 a 20 minutos.
Siempre comienza gradualmente, y luego aumenta el ritmo del intervalo.
2. Ejercicio de bajo impacto en máquina de remo.
A diferencia de la mayoría de los equipos de cardio, el rower ofrece beneficios para todo el cuerpo, debido al movimiento de remo que se crea cuando los músculos superiores del cuerpo como dorsales, antebrazos y bíceps, impulsando a su vez el trabajo de otras áreas como las piernas.
Probablemente entraste a este artículo con algo de curiosidad y escepticismo. ¡Si el sexo se trata de eso! De perder las inhibiciones y, de alguna forma, entregarse.
Lo que para muchas personas suena fácil para otras en realidad puede significar exponerse junto con un cúmulo de estigmas, complejos, miedos, prejuicios, temores, tabúes, inseguridades, dudas y mucha —muchísima— vergüenza.
Como mínimo, un síntoma generalizado de incomodidad asoma su presencia durante el sexo. ¿Es normal?, te preguntas. ¿Estoy solo con mis culpas y personalidad ansiosa? ¿Estoy loco? La verdad es que no. A menudo sucede que una pareja que se quiere mucho experimenta una extraña sensación de desconcierto y algo «falla» en su intimidad. Ajeno a su indiscutible amor, el disfrute de su vida sexual no es tan pleno. Las variables son diversas. Ella no se atreve a algunas cosas porque se siente avergonzada de algunas partes de su cuerpo, él no termina de relajarse porque está preocupado por «hacerlo bien». Ambos han puesto mucho esfuerzo, pero el asunto no mejora. ¿Qué hacer para aprender a llevar una vida sexual sin complejos ni vergüenza? He aquí unas de las claves expuestas por el psiquiatra y psicoterapeuta Demián Bucay en su libro Mirar de nuevo. Enfoques y estrategias para afrontar conflictos [Océano, 2010].
Es preciso tener presente que un encuentro sexual es, precisamente, un encuentro. Una manera de hacer contacto con otro, de comunicarse. Un modo privilegiado de conocerse, de descubrir a otro distinto a ti. La comunicación que estableces durante el sexo es generalmente de un carácter profundo, casi podrías llamarla «verdadera», pues allí te encuentras desnudo, no sólo físicamente, sino expuesto a ser visto como eres, con todos aquellos rasgos que te agradan y enorgullecen y con los que te dan vergüenza e incomodan. Una vez que aprendas a asumir esto podrás ir despojándote del peso que ciertas normas culturales y sociales que te dificultan vivir una sexualidad más libre, que proporcione placer y satisfacción plena.
Los procesos de la mente ponen en pugna dos aspectos más que contradictorios: por un lado la vergüenza que sientes y por el otro la excitación que provocan los cuerpos, idea afectada por la diferencia entre tu figura real y el ideal de belleza que te has formado bajo el influjo de la publicidad y el bombardeo mediático. Otro factor preponderante es el discurso moral, religioso, tradicional o incluso familiar que durante generaciones se ha mantenido gracias educadores, líderes, forjadores de opinión y padres, quienes —aunque no siempre— han sostenido que hay algo sucio y pecaminoso en el sexo. Algo pernicioso y hasta maligno.
En la mayoría de los casos, los problemas comienzan por el desconcierto de los primeros impulsos reproductivos, durante la juventud. A menudo resulta difícil lidiar con la sexualidad ajena, por lo que toda persona en algún momento se ha sentido juzgada, lo que genera inhibiciones que perjudican la experiencia sexual, aun antes de que se produzca un encuentro real con otro.
No se trata de despojarte de todo recato y pudor sexual. Aunque para algunos esto pueda sonar como que lo ideal sería andar desnudos en todo momento o teniendo relaciones en público, lo cierto es que el sexo debe mantener su carácter misterioso y parcialmente velado. Esto no quiere decir que sea malo. Se traduce como íntimo. Pertenece al campo de lo privado, y esto no se traduce como «prohibido».
En un nivel más complejo, durante el sexo se enciende la antorcha de un miedo arcaico, inherente a tu condición. Se trata del miedo del ser humano a perder el control. Se trata de un temor que incluso se manifiesta en lo colectivo y en lo social, más allá del individuo. Es el motivo por el cual la represión sexual ha sido ejercida por algunas instituciones a lo largo de la historia para evitar esa posible pérdida de control.
Ese «descontrol» es, en cierto modo, una amenaza para tu integridad: si no estás en control de tus acciones, estás a merced del otro, de lo de afuera. Durante una relación sexual, cuando estás realmente en ello, en efecto ocurre una disminución del autocontrol. Tu cabeza, siempre ocupada en procesar información, sacar conclusiones y tomar decisiones, se relega durante el sexo, aún más cuando te aproximas al orgasmo, que implica brevemente una pérdida de control. Algunas personas tienen dificultades para dejarse ir y mantienen un alto nivel de racionalidad cuando tienen relaciones, lo que les impide alcanzar una experiencia genuinamente placentera y acarrea más frustración que otra cosa.
Es bien sabido que la gran mayoría de las dificultades sexuales, tanto en hombres como mujeres, se deben a lo que en general se denomina ansiedad de desempeño, es decir, la preocupación por «hacerlo bien». Es muy excitante ver, oler, escuchar y sentir a la otra persona, pero nada es menos excitante que estar pensando todo el tiempo en si tendrás una erección, si llegarás o no al orgasmo o si lograrás satisfacer a tu pareja. Perseguir deliberadamente el orgasmo, por exponerlo de una forma, es la mejor manera de perdértelo. Debes dejar de convencerte de que tu grado de masculinidad o de feminidad se mide según qué tanto puedes satisfacer a otro en la cama, en cuántos orgasmos provocas o experimentas.
En fin, en cuánto aguantas antes de culminar. El sexo no es un deporte, ni una tara ni, mucho menos, un examen. El orgasmo es el resultado de un buen encuentro, mas no el objetivo único de una relación. De ser, todo el acto se convierte en un trámite, y a nadie le gustan los trámites.
Te crees un transgresor por hacer la posición del perrito frente al espejo. O por practicar la posición del ‘pájaro carpintero’. Pero, amigo, nada más lejos de la realidad. Estás aún descubriendo el manual básico del buen amante. En otras habitaciones te llevan muchas lecciones de ventaja, pues han aparcado el sexo tradicional (posturas, coito, sexo oral…) y han pasado al siguiente nivel.
Se trata de un conjunto de prácticas indicadas para ser realizadas por parejas sólidas y en armonía con sus intereses sexuales. Son personas a las que les gusta innovar en la cama y que están abiertas a sacar el máximo partido a su sexualidad.
Puede que tú no seas tan atrevido, o tu pareja, y que estés feliz con las relaciones que mantienes con tu pariente. No es problema, pero no dejes de echar un ojo a lo que hacen los más aventureros en la cama. Lo cuenta la sexóloga Tracey Cox en ‘Femail‘. Igual hasta te animas…
1) ‘Pegging’
El ‘pegging’, conocido también como BOB (bend over boyfriend), consiste cambiar los roles sexuales de la pareja: ahora será él el penetrado por su chica, gracias al arnés con dildo incorporado que ella lleva puesto.