Yo os recomiendo que os quedéis en un nivel intermedio, dado que será un reloj al que le daréis caña y al mismo tiempo le exigiremos una alta precisión.
A mí me encanta el Citizen Aqualand, una caja contundente (50 mm), diseño sobrio y con una infinidad de funciones complementarias muy útiles: memoria de profundidades, alarmas de profundidades, ascenso rápido, duración inmersión, cronógrafo… Todo un compañero bajo el azul del océano y con una dotación muy singular. La caja tiene forma de bombona de oxigeno.
¿Pero cómo funciona un profundímetro? La verdad que es muy sencillo. La aguja o marcador aumenta o disminuye en función de una membrana a la cual se va midiendo su dilatación. Hay variantes, pero siempre es por la presión que ejerce el agua a un cuerpo. Más profundidad, más presión.
No dejéis pasar la oportunidad de tener un reloj diferente a un precio bajo con el que pasaréis una gran temporada de verano.