El caso del niño del doctor Stratoudakis
El niño que ocupa nuestra historia de hoy sufría de esta enfermedad y estaba en un punto crítico de su estado. El doctor Alexander Stratoudakis, del Centro Craneofacial Helénico (HHC), en Ateas, tomó el caso para intentar ponerle solución a través de un complejo tratamiento.
El primer problema al que tuvo que enfrentarse el equipo médico fue que, como es normal en este tipo de enfermedad, la presión intracraneal era muy alta, por lo que hubo que liberarla a través de una cirugía par expandir el cráneo.
La forma de conseguir esto es tremendamente dolorosa y consiste en fracturar el cráneo y los huesos de la cara por diversas zonas, de tal forma que haya espacio suficiente para colocar un aparato bautizado como ‘distractor osteogénico’, el cual tiene la función de estimular y dirigir el crecimiento de los huesos de la forma deseada.
Este tipo de procedimientos pueden realizarse a más temprana edad, antes de que el niño tenga problemas de visión, pero, por algún motivo, a este joven aún no se lo había realizado, por lo que su enfermedad había empeorado de forma progresiva.
El caso del que estamos hablando hoy resultó ser todo un éxito y las mejoras en el paciente fueron notables desde el primer día. Su respiración mejoró de forma significativa; su visión también mejoró muchísimo y, con estos dos factores, ya se aliviaban dos de los mayores ‘males’ causados por esta enfermedad.
Este tratamiento traerá varios elementos positivos tanto como para su salud como para su día a día en sociedad, ya que, dado su aspecto físico, el pequeño solía recibir muchas burlas por parte de sus compañeros de clase.
Se trata de un caso de recuperación inusual en el que el paciente ha sufrido una mejora muy significativa en todos los aspectos. A la espera de ver cómo se sigue desarrollando su recuperación, todo indica que se trata de un rayo de luz de esperanza para todos los que sufren de esta enfermedad.